La asincronía en la educación virtual

"La virtualidad, lejos de ser una abstracción, caracteriza una nueva territorialidad –un no lugar– donde se extienden diversas formas de interacción social." (Suárez, 2011,p. 339).

Bajo esta perspectiva, es importante pensar en alternativas diferentes que permitan resignificar las prácticas institucionales en la modalidad virtual desde una mirada holística, interactiva y flexible para responder a las necesidades del contexto, lo que implica encaminarse hacia un proceso educativo desde la asincronía y la diversificación de estrategias que consoliden, gestionen y planteen el ambiente virtual de aprendizaje a partir de un conjunto de elementos que den sentido a los intereses y a las dinámicas sociales y personales de quienes eligen estudiar en esta modalidad.

Lo anterior, supone una reconfiguración en la enseñanza y el aprendizaje, desde un modelo asincrónico que se estructure a partir de una dinámica de la cultura de uso del tiempo, el cual se sujeta a las posibilidades de cada persona que aprende de una única propuesta curricular disponible como objeto de estudio, según su propio ritmo de aprendizaje, cronograma y compromiso como garantes de su formación.

¿No hay interacción en tiempo real?

No se requiere coincidir en el tiempo, pero si existe de forma diferida, es decir, el proceso de comunicación del profesor y el estudiante están distanciados por un periodo de tiempo, afrontando desafíos en relación a una planeación que esté dotada de sentido mediacional, que garantice la cobertura del contenido curricular en coherencia con las necesidades de formación y de evaluación.

Referencia bibliográfica
  • Guerrero, C. S. (2011). Asincronía, textualidad y cooperación en la formación virtual. Revista española de pedagogía, 69 (249), 339-355.